La crisis de la sociedad medieval ha sido considerada por los historiadores como época de transición entre la Edad Media y el Renacimiento. Esta crisis se refleja en la actividad política, en la economía, en las manifestaciones culturales, en las formas de pensamientos y, como no, también en la literatura.
La sociedad del siglo XV es conflictiva. En Castilla la alta nobleza había alcanzado una posición hegemónica. En cambio, la vida de los campesinos era bastante lamentable, lo que provocó varias revueltas antiseñoriales. Además, se fueron suprimiendo progresivamente las relaciones entre los miembros de las tres comunidades étnico-religiosas, que hasta entonces habían convivido en un clima de tolerancia.
La crisis política se agudiza en el siglo XV y Castilla vive un clima de anarquía que tiene su reflejo en la literatura: Los reinados de Juan II y Enrique IV llaman la atención de historiadores. A finales de siglos, los Reyes Católicos someten a la nobleza, quedándose ellos con todo el poder e instaurando la monarquía autoritaria.
Se toman los modelos clásicos en la literatura a través de los humanistas italianos (Dante, Petracta y Boccacio). También cumplen un destacado papel las cortes literarias de Juan II, Alfonso V el Magnánimo y los Reyes Católicos que cumplen un importante centro de recepción, promoción y difusión de la cultura humanística.
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