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La Poesía del Barroco.

La poesía barroca del siglo XVIII se mantuvo entre la continuidad y la ruptura de los temas, las formas retóricas y los metros del sig

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2012-12-12_222259Se pueden distinguir dos apartados:

  • Los grandes temas del Renacimiento: El amor, la naturaleza y la mitología.
  • Los temas moralizantes, que reflexionaron sobre la brevedad de la vida y la fugacidad de las cosas terrenales y contemplaron la existencia de forma alegórica como sueños, engaños y falsedad.

Los temas renancentistas evolucionaron de acuerdo con la actitud barroca:

  1. El amor adquirió un sentido transcendente. Conservó la visión cortesana de la amada enemiga y las imágenes petrarquistas de «luz», «llama», «ardor»… Pero nunca como algo efímero sino como sentimiento eterno que debía perdurar más allá de la muerte.
  2. La naturaleza se transforma en objetos moralizantes: La pérdida de su belleza, sobre todo la de la rosa, simbolizó la fugacidad de la condición humana.
  3. La mitología fue un punto de referencia en dos sentidos: O como asunto noble que podía convertirse en belleza, o como un juego retórico que por contradicción expresiva podía convertirse en parodia.

Los temas del Barroco nacieron de la desilusión y el pesimismo:

  1. El tiempo y su fugacidad, la brevedad de la vida y la presencia de la muerte,  fueron eficaces motores creativos y encontraron en el reloj, en las ruinas -ubi sunt?- y en el carpe diem, que invita a atrapar la fugacidad de la vida y la hermosura.
  2. El sueño se convirtió en símbolo de la vida y de la muerte, de la doble concepción de la existencia como realidad y apariencia.
  3. El espejo, por su parte, se convirtió en símbolo del desengaño, en signo de la sabiduría estoica contemplaba y desdeñaba la vida como engaño y falsedad.
  4. El problema de España, que resumió el ambiente político y se presentó desde la gravedad crítica o desde la sátira corrosiva.

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La poesía culta barroca continuó con el verso endecasílabo, apto para la expresión lírica, y el soneto y la canción, como poemas estróficos más peculiares. Los poetas por su parte, formaron dos grupos muy distintos:

  1. Los que rompieron el equilibrio clásico entre el contenido y la expresión, es decir, los culteranos, los conceptistas, y los que, como Lope de Vega, armonizaron ambas tendencias.
  2. Los que mantuvieron el ideal estético de naturalidad y selección propio del clasicismo renacentista.

Por tanto, se distinguen tres tendencias: Culterana, conceptista y clasicista.