A lo largo del Renacimiento se desarrollan dos tendencias narrativas: Unas, de carácter idealista (abarcan relatos aventureros y narraciones fantásticas) y otras, de carácter realista (llama la atención por la forma en que se describe personajes y ambientes).
Ésta última incluye diferentes tipos de novela:
Tuvieron gran éxito en siglos anteriores y continúan ahora con la forma definitiva que Garci Rodríguez de Montalvo da a Amadís de Gaula en 1558.
Es de enmarañada intriga y temas trágicos o burlescos, es imitada por Juan de Timoneda en el Patronuelo escrita en 1567.
Surge a mitad del siglo XVI y se inspira en obras de la literatura clásica, siguieneo el modelo de La Arcaida del italiano Sannazaro. La primera novela del género es Los Siete Libros de Diana de Jorge de Montemayor, a la que siguen La Diana enamorada de Gil Polo, y La Galatea de Cervantes.
Imita un género narrativo griego y describe el azaroso viaje, lleno de peripecias, de los protagonistas. A ella pertenece Selva de aventuras de Jerónimo de Contreras. El género pervive hasta el siglo XVII con Lope de Vega.
Tiene sus antecedentes en los romances fronterizos y desarrollan historias principales entre moros y cristianos al final de la Reconquista.
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